La Casa de los Guevara

Capítulo 5º

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Los catorce días que estuvo el Emperador en la villa del mar de Castilla, San Vicente de la Barquera, le sirvieron de descanso y jubiloso entretenimiento después de tan difícil travesía: los toros, la caza, la cetrería... Ante este primer contacto en un nuevo, divertido y alegre país, desconocido para él, y mucho más pobre que el rico Flandes, con el puerto más importante de Europa: “Amberes”, en el que había vivido durante años.

Las Autoridades locales y la Ilustre nobleza, de aquel modesto y orgulloso pueblo de pescadores, recibieron a tan grande señor “tirando la casa por la ventana”, conscientes de la importancia de su presencia para todos ellos. Recién llegado a esta tierra ignota, pero mágica, la salud del Príncipe se resintió durante las primeras semanas de su estancia en la península.

La humedad de las marismas, la niebla crepuscular y las frescas brisas del Cantábrico se ensañaron con el futuro rey, adhiriéndose como una lapa a los huesos del joven, provocándole persistentes fiebres que resultaron muy difíciles de combatir. El séquito que le acompañaba, con su hermana Leonor a la cabeza, velaba con exquisito mimo por el bienestar de tan alta dignidad.

La mayor de sus cinco hermanos supervisaba personalmente cuantos cuidados precisaba el Príncipe, nacido dos años más tarde que ella....................