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- ¡Madre! Mañana será el sorteo y sabré la nao que me corresponderá. - No debe preocuparse por mí. Ya sabe lo que decía padre: “No hay en el mundo del trabajo una legislación reglada más justa que la aportada por la Cofradía de Mareantes de San Vicente de la Barquera”. Solamente se necesitaron sesenta marineros reunidos en la Peña de la ermita de San Vicente, actualmente Casa del Mar, para que el 28 de Mayo de 1.330, como vigilantes de la seguridad marítima y sensibles con los tripulantes enfermos, viudas y huérfanos, se anticiparan a los tiempos y elaborasen un articulado laboral, ejemplo de los “Derechos del Hombre” en el mundo de la empresa. - ¡Madre! Quiero seguir con la tradición de nuestros antepasados y para ello, al igual que hizo el abuelo y después padre, oraré antes de acostarme para que nuestra madre santa, la Virgen de la Barquera, en este difícil trance, no me abandone y me proteja. Mañana, al escoger la papeleta, ojalá tenga la fortuna de poder navegar con un buen Maestre. - Las chalupas de hoy calan más que aquellas en las que mareaban ellos. Mi intención es zarpar hacia Irlanda cuando acabe la marea de la sardina.................... |