José Javier Balbontín González

Funcionario
Licenciado en Psicología por la UNED
Diplomado en Ciencias Humanas
Autor de los libros:
"El Cura de Cudón"
"San Vicente de la Barquera en Llamas"
(Cantabria - España)



Introducción

Es un honor, para mí, dar la bienvenida al amable visitante que se digna abrir la ventana de este libro.

A través del relato literario, inspirado en las lecturas bibliográficas, pretendo homenajear a los marineros de San Vicente de la Barquera que, durante siglos y a bordo de chalupas, consagraron su vida a la mar. Con los barquereños, como partícipes de “La Conquista de Sevilla”, arranca la primera singladura de un extenso recorrido histórico, iniciado en los albores de la Reconquista.

Simulación y realismo, como entre dos aguas, navegarán de la mano durante todo el mensaje. En el contenido del mismo, intento reflejar la sociología derivada de las prerrogativas del “Fuero de San Sebastián”; también trato el cultivo de la vid y, allende los mares, la industria pesquera que, por mérito propio, hizo ocupar a estos navegantes un destacado lugar en la historia, comprendida entre el final de la Edad Media y el inicio del Estado Moderno.

Quiero agradecer, de corazón, la condescendencia del paciente leedor por comprender que, en la búsqueda de ese “alejado ayer”, la narración está basada, mayoritariamente, en la riqueza de las obras consultadas, quedando reforzada con numerosas ilustraciones en cada uno de los temas que expongo. En ciertas ocasiones me he servido de leyendas populares que escuché a los más antiguos del lugar.

Al hablar de aquella marinería que enamoró al Reino de Castilla, no he querido perder la oportunidad, con permiso de los Cofrades Mareantes, de abarloar a los costados de “esta nave” que tienes en tus manos, el recuerdo de dos símbolos de tal singular geografía norteña. A pesar de haber brillado con luz propia en aquel histórico momento, no han sido, bajo mi prudente opinión, suficientemente reconocidos, me refiero al gran linaje de “Los Guevara” y a “Las campanas Trasmeranas”.

El atento lector apreciará en este último capítulo, “El Campanero de Meruelo”, un significativo salto en el tiempo; sin que por ello, Ramonín, el personaje central, pierda “coherencia narrativa” mientras, inasequible al desaliento, sigue hablando a su silente madre, Doña Violante Calderón de la Barca y Noriega.

En este manifiesto, con el que he querido tributar honores a estos hombres anónimos que dejaron sus vidas en cualquier playa, no he pasado por alto glosar la figura de un descendiente de pueblo costero del “sejo” cántabro, Don Francisco Ramírez Oreña, hijo del Corregidor de San Vicente de la Barquera, Don Juan Ramírez de Oreña y de Doña Catalina Ramírez de Cóbreces.

Aunque me he permitido la licencia de ubicar a Don Francisco, “El Artillero”, en esta villa del mar de Castilla, él nunca vivió aquí, pero sí dos de sus hermanos, Don Diego Gutiérrez de Oreña y Don Sancho de Oreña. Con el deseo de que las observaciones indicadas faciliten la inmersión en la atmósfera de todo lo que expongo a continuación, he variado en algunas páginas el color del texto. Pretendo con ello llamar la atención del mensaje en cierto momentos puntuales, así como intensificar la importancia de personajes, actos y circunstancias de las historias relatadas.

11 de Julio de 2.013